sábado, 31 de julio de 2010

Nietzsche y la Educación


Estoy leyendo un libro sobre Nietzsche ("Idea de Nietzsche" de Fernando Savater), que tiene un apéndice en el que Savater discurre sobre 50 palabras respecto a sus escritos filosófícos. En una de ellas, habla sobre el significado de la palabra Plenitud en el universo nietzschiano, diciendo lo siguiente:



"Haber perdido la necesidad fisiológica de convencer es el síntoma más hondo y radical de sabiduría: no se puede arrastrar a nadie hacia la cumbre. El discurso persuasivo, que no renuncia a ganar adeptos por cualquiera de los métodos que la retórica o el histrionismo proporcionan, aún se experimenta a sí mismo como instrumento...pone su gozo en una reacción buscada en el otro que cuando llega es puro eco de ese instrumento".



Luego sigue:



"Quien por placer lúcido quiera experimentar con otros la cumbre, no podrá exponer más que las condiciones para que ésta sea posible; oficiará como organizador de la fiesta, como maestro de ceremonias...Para ello es indispensable que él se encuentre ya en la cumbre, es decir que no tenga necesidad alguna para su goce de que los otros logren o no logren llegar hasta la cima...el peligro para esta fuerza que describo reside en la compasión por el otro, en la preocupación por su bien...si el sabio desciende para auxiliar a su prójimo, de hecho dificulta el ascenso de éste en lugar de facilitarlo, pues dimite de su papel de seductor en la cumbre y a la cumbre solo se asciende por seducción...

Compárese esto con el modelo actual de Educación..."

Una mirada diferente sobre el rol de los educadores.