miércoles, 20 de octubre de 2010

Tu jefe es el 80% de tu felicidad laboral

No es que sea una fórmula matemática, pero en el tipo de persona que te toque como jefe directo está una gran parte de tu felicidad en el trabajo, y probablemente, muchas de las respuestas que se dan en las interminables encuestas de clima laboral, tengan su causa en lo bueno o malo que sea quien ejerce ese rol. Uno puede no ganar tanto, no tener el escritorio con vista al río, no tener la laptop último modelo, o siempre salir más tarde de lo previsto...pero si tu jefe es alguien que te respeta, a quien respetás y trabajan bien en equipo, todo el resto es mucho más llevadero y uno logra mantener la motivación alta.

Un jefe no solo es la persona que define el trabajo que hacés, sino que en mucho casos es la persona junto con la cual pasás gran parte del día tratando de resolver esos mismos problemas que te plantea. Es la persona que te guía y de quien uno tiene ganas de aprender. Y además, es una persona que tiene ganas de enseñar. Es la persona en la que uno más debería confiar, es una persona que te escucha y que te habla, a vos, de manera personal, ya sea para darte un halago por un trabajo bien hecho, o para decirte con la mayor franqueza y honestidad, que en algo estás equivocado, o que no estás haciendo las cosas de la mejor forma. Uno espera poder mirar a la persona que tiene como jefe, y ver a alguien que siempre está dispuesto a dar, más que a exigir.

Tal vez todas estas cosas son las que den tanta bronca cuando el jefe que te toca, no cumple con ninguno de estas requisitos. Y es en esos momentos cuando uno piensa que tal vez, sea mejor empezar a buscar nuevos horizontes. Claramente, una de las principales razones para querer irse de un trabajo, es un jefe insoportable...y de esos hemos tenido todos, no?.

Por eso, la próxima vez que llegues a la oficina, y lo mires a tu jefe...si se trata de uno de esos que dan ganas de sentarse a tomar un café o quedarse un rato más tarde para resolver algo juntos, agradecele por hacerte una gran parte de tu vida más fácil....y si por el contrario es mejor perderlo que encontrarlo...bueno, en esos casos, uno elige sus propios venenos.